ORGANOS PASIVOS
ÓRGANOS PASIVOS
Los órganos pasivos del
movimiento son los huesos, que forman un sistema de palancas que integra el
esqueleto, y un conjunto de estructuras anexas (cartílagos, tendones,
aponeurosis y bolsas sinoviales) que permiten la inserción de los músculos y la
transmisión facilitada de su fuerza de tracción.
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Los huesos constituyen el armazón esencial del cuerpo
sobre el cual trabajan las restantes unidades del sistema, por lo que están
expuestos a cargas, que soportan por su especial citoarquitectura.
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Los huesos largos de las extremidades son huecos,
asegurando su acción de soporte del cuerpo, al tiempo que aligeran el peso del
esqueleto.
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Los huesos planos (escapula y coxal) proporcionan
intensas áreas de inserción para sus músculos, dando variedad de movimientos.
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Los huesos cortos del carpo y el tarso permiten gran
movilidad y flexibilidad armónica las terminaciones de las extremidades.
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Los huesos irregulares de la columna vertebral, debido
a sus numerosas apófisis, aseguran la inserción de músculos que tienen a
sujetar y fijar la columna. pero que garantiza la libertad de movimiento
necesarios para el sostén y la progresión corporal.
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El conjunto móvil que forman la yuxtaposición de dos o
más huesos recibe el nombre de articulaciones
·
Los tendones, componentes no contráctiles de la unidad
motora, recibe n el esfuerzo de tracción definitivo de las fibras musculares,
por lo que poseen una considerable fuerza de resistencia.
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Las aponeurosis se constituyen muchas veces en medios
de inserción de los músculos, desempeñan un gran papel en la contracción
muscular.
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